¿Qué es el suelo pélvico?

Cuando hablamos de suelo pélvico hacemos referencia al conjunto de músculos, ligamentos y tejidos situados en la parte inferior de la cavidad abdominal y  que constituyen la base de nuestra pelvis. 

Se trata de un sistema de sostén dinámico, adaptable y fuerte, que permite que cada una de las vísceras pélvicas se mantengan en su sitio. Si el sistema de sostén que aporta el suelo pélvico falla, las vísceras pélvicas, concretamente en mujer vejiga, uretra, útero, vagina y recto, no pueden llevar a cabo sus funciones con normalidad.

Podemos entender el suelo pélvico como una de las paredes que forma toda la cavidad abdomino-pélvica. Si describimos esta cavidad como una caja:

• La parte anterior y los laterales la constituyen principalmente la faja abdominal.
• La parte posterior la forman esta misma faja abdominal, junto con la columna y la musculatura paravertebral.
• La parte superior es el diafragma torácico, dividiendo la cavidad torácica (donde se encuentra el corazón y los pulmones) de la cavidad abdomino-pélvica.
• La parte inferior de la caja sería el suelo pélvico.

Esta caja se vé sometida constantemente a distintas presiones a lo largo del día a día. Cuando hacemos un esfuerzo, al estornudar, al reír… El suelo pélvico junto con el resto de paredes de la caja debe tener la capacidad de adaptarse a todos estos cambios.

En el caso de la mujer, nuestro suelo pélvico, la pared inferior de la caja, resulta ser la parte anatómicamente más débil. Esto condiciona que en muchas ocasiones sea el suelo pélvico el primero en manifestar problemas ante un cambio hormonal o cualquier situación que afecte a su funcionamiento.

¿Qué relación tiene el suelo pélvico con el cáncer de mama?

La salud del suelo pélvico es un tema que atañe a todas las mujeres.

En el caso de estar pasando o haber pasado un cáncer de mama, debes prestarle especial atención si tu terapia contiene tratamiento hormonal. Te cuento por qué.

Alrededor del 70% de las mujeres que tiene o han tenido un tratamiento hormonal, cursan con síntomas vulvovaginales y urinarios debido al descenso de hormonas.

Estos síntomas son habituales en todas las mujeres a partir de la menopausia, no obstante, se ven comúnmente intensificados debido al tratamiento hormonal, afectando en mayor medida a la calidad de vida.

¿Cómo afecta el tratamiento hormonal al suelo pélvico? 

Los síntomas más comunes debido a la caída de estrógenos son:

• Pérdida de tono muscular y fuerza del suelo pélvico que puede condicionar pérdidas de orina, gases o heces.
• Pérdida de elasticidad de los tejidos que puede general dolor o molestias en las relaciones sexuales.
• Atrofia de la uretra, favoreciendo de igual manera las pérdidas de orina.
• Disminución en la lubricación vaginal, que igualmente puede afectar a las relaciones sexuales.

Además, es importante tener en cuenta los efectos que el tratamiento oncológico puede tener en tu respuesta sexual. Los síntomas nombrados, sumado a factores psicológicos como la pérdida de autoimagen, inseguridad, ansiedad o depresión pueden afectar a la función sexual.

Conocer cómo puede responder el cuerpo es el primer paso para prepararse y afrontar tanto física como psicológicamente los cambios que se pueden producir.

¿Cómo puedo cuidar mi suelo pélvico si tengo o he tenido cáncer de mama?

Hasta hace poco tiempo, los problemas colaterales al cáncer de mama no eran algo que se contemplara, ya que todos los esfuerzos se centraban en salvar la vida. Por suerte, hoy día los avances de la medicina nos permiten mirar más allá y prestar atención a la mejora de la calidad de vida de las mujeres.

A través de la fisioterapia de suelo pélvico existen diversas técnicas que pueden ayudarte a:

• Conocer mejor tu cuerpo y entender los procesos por los que pasa.
• Mejorar la elasticidad de los tejidos.
• Tonificar y mejorar la fuerza de tu suelo pélvico a través del ejercicio.
• Favorecer la lubricación. 

Todo esto puede ayudarte a mejorar tu vida sexual, y como consecuencia, mejorar tu calidad de vida.  No obstante es importante destacar que el deseo y la excitación son ambos motores que pondrán en marcha tu vida sexual.

Básicos para el cuidado del suelo pélvico de la mujer

En primer lugar, mi recomendación ante cualquier problema de suelo pélvico es asistir a un profesional sanitario especializado que pueda ayudarte en su abordaje.

Entender cómo funciona la fisioterapia y nuestro cuerpo es fundamental para mejorar, pero siempre conviene ir acompañada de la mano de un/una profesional.

Pasos para mejorar la sexualidad en el cáncer de mama

1. Autoconocimiento: Entender tu cuerpo y cuál es el problema por el que está pasando es fundamental para poder darle solución. A través de la educación y la autoexploración con un espejo puedes conocer mejor tus genitales y sus partes. El/la fisioterapeuta te guiará en este proceso.
2. Medidas físicas:
   1. Los masajes pueden ayudarte a mejorar la elasticidad del tejido y su vascularización.
   2. El ejercicio de suelo pélvico mejorará su fuerza y tono.
   3. Elementos como la vibración y el calor pueden ayudarte a mejorar la sensibilidad de la zona o disminuir el dolor.
3. Exposición gradual: adentrarse de nuevo a la sexualidad de una forma progresiva y desde el entendimiento puede ayudarte incluso a mejorar tu percepción de la sexualidad. Conviene empezar desde la comodidad y la intimidad de la masturbación para luego poco a poco compartir tu sexualidad, siempre desde el respeto y el diálogo.

Todo esto, como ya hemos visto, siempre acompañadas de un profesional sanitario que nos asista y nos guíe para asegurar un completo control de la situación. No tienes por qué hacerlo todo sola.