Mi compañera María y yo hemos revisado los principios fundamentales de la alimentación que han de estar presentes en todas las etapas del proceso oncológico.
Un adecuado estado nutricional contribuirá a tolerar mejor el tratamiento, de forma que éste será más eficaz y disminuirá la posibilidad de complicaciones. Además, también mejorará la sensación de bienestar y el estado de ánimo. Ten en cuenta que es más fácil mantener un buen estado de nutrición que recuperarlo.
A lo largo del proceso oncológico puedes pasar por diferentes situaciones clínicas que pueden afectar a tu alimentación. Tenemos claro que la base será la Dieta Mediterránea que tan profundamente hemos revisado, pero tendrás que hacer las modificaciones que se requieran para mantener un buen estado nutricional, atenuar los síntomas digestivos relacionados con el tratamiento oncológico y mejorar tu calidad.
Antes de entrar en materia, es momento de plantear unos consejos nutricionales globales:
- Planifica tus menús y la compra de alimentos, así evitarás agobiarte diariamente pensando qué comer.
- Ten en cuenta tus preferencias alimentarias y culinarias, y adáptalas a cada situación que pueda surgir en el día a día del proceso oncológico.
- Procura organizar varias ingestas diarias garantizando un mínimo de tres comidas principales: por la mañana, a mediodía y por la tarde-noche. Si te apetece hacer más comidas, procura dejar 2 horas entre cada ingesta.
- Mantén una relación saludable con tu alimentación. No te sientas culpable por seleccionar algunos alimentos o recetas fuera del patrón de Dieta Mediterránea.
- Busca un lugar agradable y tranquilo para comer, sin distracciones (televisión, móvil, etc.) y sin prisa. Si comes acompañada, procura que sea en un ambiente distendido y relajado, evitando discusiones y conversaciones que puedan alterar tu estado de ánimo y con ello tu apetito.
- Respeta las señales que recibes de tu cuerpo cuando tengas hambre, cuando te sientas llena mientras estás comiendo, o cuando algún olor o sabor pueda resultarte desagradable y originarte nauseas.
- Intenta llevar a cabo una dieta lo más variada posible, procurando que los platos sean apetecibles, que tengan colores y presentaciones agradables.
- Cocinar los alimentos de manera sencilla, para facilitar la digestión y conservar todas las vitaminas y minerales.
ETAPAS DEL PROCESO ONCOLÓGICO
Antes de iniciar el tratamiento oncológico
Es conveniente los días y semanas previas al inicio del tratamiento oncológico que cuidemos la alimentación para que nuestro estado nutricional sea óptimo. Para ello, te recomendamos seguir el patrón de dieta mediterránea en el que hemos trabajado en el capítulo anterior.
Durante el tratamiento oncológico
El objetivo en esta etapa ha de centrarse en mantener un adecuado estado nutricional que nos permita soportar todas las fases del tratamiento oncológico. Aún así, pueden surgir determinadas circunstancias clínicas que pueden condicionar la ingesta, pero en todas ellas, la Dieta Mediterránea ha de seguir siendo la base de nuestra alimentación.
Después del tratamiento oncológico
Llegados a este punto y habiendo superado las dificultades que han podido alterar nuestra alimentación, es hora de recuperarse, de volver a incluir todos los alimentos, recetas, platos, que forman parte de las recomendaciones del Patrón de Dieta Mediterránea. A veces nos puede llevar un poco más de tiempo que el que nos gustaría, pero conseguiremos una nueva normalidad.
Dentro de este proceso existen situaciones especiales comunes como aumento del apetito, náuseas, xerostomía,…que desarrollaremos en los siguientes post. Si quieres que hagamos especial hincapié en alguna de ellas escríbenos, te leemos.
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