Mi compañera María y yo hemos preparado unos consejos nutricionales específicos para diferentes situaciones que pueden presentarse durante el proceso oncológico.
Mucositis
El término mucositis hace referencia al enrojecimiento, la inflamación y la formación de heridas en la mucosa oral y esofágica asociada al efecto del tratamiento oncológico que recibes. Existen varios grados de mucositis, según la gravedad, pero puntualmente las molestias y el dolor pueden llegar a limitar mucho la alimentación.
Para evitarlo, aquí te mostramos algunos consejos que pueden ser de utilidad:
- Realiza ingestas de pequeño volumen, pero con una mayor densidad nutricional (de energía, proteínas, vitaminas y minerales).
- Toma alimentos blandos, fáciles de masticar y tragar (queso tierno, arroz caldoso, huevos, cremas, batidos, purés…).
- Usa salsas, nata, mantequilla o gelatina para conseguir una consistencia más fluida que facilite la deglución.
- Evita:
- Alimentos que se peguen al paladar (pan de molde, puré de patata)
- Alimentos secos (biscotes, galletas)
- Especias fuertes (pimienta, pimentón picante)
- Alimentos ácidos, amargos o muy salados
- Alimentos fritos
- Bebidas alcohólicas
- Bebidas con gas
- Beber los líquidos con pajita puede evitar que entren en contacto con las partes de la boca más doloridas.
- Toma los alimentos a temperatura ambiente o fríos.
- Prepara enjuagues con agua y bicarbonato o con infusiones de tomillo, manzanilla o salvia.
- Mantén una buena higiene bucal.
- Antes de las comidas, coloca en la boca agua muy fría o hielo triturado para disminuir el dolor.
Xerostomía
La xerostomía (sequedad bucal) se produce por la reducción en la secreción de saliva en la boca. Puede afectar al habla, la sensación del gusto, la capacidad para tragar y el uso de prótesis orales, y todo ello disminuir la ingesta de alimentos.
Algunas sugerencias para disminuir o mitigar la sequedad bucal, son la siguientes:
- Bebe abundante cantidad de líquidos.
- Selecciona alimentos y platos “húmedos”, ricos en agua o añadiendo salsas, caldos, zumos, leche… (suaves y fáciles de tragar).
- Los sabores más marcados pueden favorecer la secreción de saliva.
- Las uvas congeladas, los chicles, las bebidas heladas con sabores y trozos de hielo pueden ser de utilidad.
- Bebe pequeños sorbos de agua a lo largo del día.
- Evita tomar grandes bocados de una sola vez.
- Realiza una correcta higiene oral después de cada comida y antes de ir a la cama, evitando los enjuagues que contengan alcohol.
Defensas bajas
A lo largo del tratamiento oncológico puedes encontrarte en alguna situación que haya comprometido tus defensas y debas cuidar que tu alimentación no suponga ningún riesgo para tu salud. Aunque los alimentos que adquirimos cumplen toda la normativa de seguridad alimentaria, te recomendamos:
- Lava bien los alimentos.
- No consumas alimentos crudos.
- Rechaza comer o beber cualquier alimento que no sepas su procedencia (bebidas caseras, setas, carnes, pescados, etc.).
- Evita aquellos alimentos que tengan colores u olores extraños.
- Descongela los alimentos dentro del frigorífico.
- Sigue las indicaciones de conservación de los alimentos (temperatura, tiempos, etc.).
- Respeta las fechas de consumo preferente y/o fecha de caducidad de los alimentos.
- Consume agua embotellada.
¿Qué otras situaciones del proceso oncológico te preocupan y te gustaría recibir unos consejos para llevarlo mejor?
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