Mi compañera Alicia y yo hemos preparado unos consejos nutricionales específicos para diferentes situaciones que pueden presentarse durante el proceso oncológico.
Náuseas y vómitos
Uno de los efectos secundarios que pueden darse por el tratamiento oncológico es la aparición de náuseas y vómitos. Esta situación puede condicionar tu alimentación y, si se mantiene en el tiempo, tu estado nutricional, e incluso la tolerancia a la quimioterapia o la radioterapia.
Te facilitamos unos consejos que pueden resultarte útiles:
- Planifica tus comidas, evitando alimentos que no te gusten o que rechaces en la actualidad.
- Reduce el tamaño de ración en cada uno de tus platos, pero aumenta el número de ingestas al día. Pero, ojo, no picotees. Entre toma y toma ha de transcurrir un periodo de 2 horas.
- Evita platos que tengan olores o sabores fuertes o que puedan resultarte desagradables.
- En algunas ocasiones la ingesta de alimentos secos (pan tostado, frutos secos, cereales) puede disminuir la sensación de náusea.
- Procura tomar los alimentos y los líquidos a temperatura ambiente o fríos.
- No te acuestes después de comer. Al terminar de ingerir alimentos (líquidos o sólidos), procura mantenerte incorporada.
- Toma suficiente cantidad de líquidos entre las comidas principales que garanticen que tu estado de hidratación es óptimo. Pero tómalos despacio, a pequeños sorbos.
- Si las náuseas o los vómitos permanecen en el tiempo, coméntalo con tu médico.
Diarrea
La presencia de diarrea puede producirse durante el tratamiento oncológico y puede condicionar nuestro día a día y nuestra evolución clínica.
Estos sencillos trucos pueden ayudarte a controlarla:
- Toma suficiente cantidad de líquidos entre las comidas principales que garanticen que tu estado de hidratación sea óptimo. Además de agua, te recomendamos que incluyas: bebidas de rehidratación oral, infusiones, caldos sin grasa, sopas, etc.
- Ingiere los alimentos a temperatura ambiente, ni muy fríos ni muy calientes.
- Reduce el tamaño de las raciones, y aumenta el número de ingestas en el día, pero manteniendo un periodo de 2 horas entre toma y toma.
- Emplea técnicas culinarias sencillas, que no incorporen gran cantidad de aceite en su preparación, como la plancha, el horno, la cocción al vapor, etc.
- Algunos alimentos, que son más ricos en fibra insoluble, pueden aumentar la diarrea. Así que, procura reducir la ingesta de: legumbres, verduras y hortalizas (excepto la zanahoria, la patata y el calabacín), fruta con piel, cereales integrales (arroz, pasta, pan) y frutos secos.
- Si la diarrea se prolonga más de 24 horas, consulta con tu médico.
Estreñimiento
El estreñimiento puede presentarse durante el proceso oncológico. Las causas pueden ser múltiples (el propio tratamiento oncológico, la escasa ingesta de líquidos, el consumo insuficiente de alimentos ricos en fibra, inactividad física o inmovilidad, algunos medicamentos, etc.) pero algunos de ellos podemos modificarlos y mejorarlos con estas recomendaciones:
- Potencia el consumo de alimentos con alto contenido en fibra: verduras, hortalizas, frutas, legumbres, pasta integral, pan integral, frutos secos, salvado de trigo, semillas de lino, etc. El aumento de alimentos ricos en fibra debe hacerse de forma progresiva para minimizar molestias digestivas.
- El consumo de alimentos ricos en fibra debe ir acompañado de un buen aporte de líquidos (preferiblemente agua e infusiones) para facilitar la evacuación. De no ser así, se puede potenciar aún más el estreñimiento.
- Si tras el aumento de la ingesta de alimentos ricos en fibra te produce gases, puede ser útil tomar infusiones de hierbas aromáticas carminativas: comino, hinojo o anís verde.
- Emplea aceite de oliva virgen extra en la elaboración de las comidas.
- Realiza la actividad física siempre recomendada y si tienes que permanecer sentada o en la cama, moviliza el intestino con un suave masaje abdominal.
- Es importante marcase un horario para ir al baño y así regular el hábito intestinal.
- Es recomendable evitar:
- Condimentos fuertes y picantes: pimienta, guindilla…
- Alimentos astringentes: arroz, tapioca, membrillo, té…
- Alimentos que produzcan gases: verduras flatulentas (repollo, coliflor, coles de Bruselas, etc.), bebidas carbonatadas, edulcorantes artificiales…
Si no has leído el resto de publicaciones sobre las situaciones especiales te dejo por aquí la que hablamos sobre la mucositis, xerostomía y defensas bajas.
¿Tienes algún truquillo que te haya venido bien en estas situaciones? Te leemos
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