Ahora que ya (te) conoces más y mejor cómo vives las emociones básicas, vamos a ampliar un pelín el abanico de emociones. Con ello quiero invitarte a conocerte un poquito más, que te empoderes porque puedes identificar, exactamente, cómo te sientes. Esto es muy liberador.
Identificar la emoción disminuye la fuerza de la misma. Imagina por un momento: quieres abrir una lata de pintura cerrada a presión. Haces palanca con una herramienta, salta la tapa y mancha la pared. En seguida piensas que tienes que blanquear por completo las paredes, pero… ¿y si te paras y vas a la puerta de la habitación, tomando distancia? Verás exactamente dónde han caído las gotitas de pintura y, seguramente no sea necesario pintar por completo. Identificas dónde están, pasas un pincel con un poquito de pintura y listo.
Algo así pasa con las emociones. No tenerlas identificadas hace que “manche” el resto de las emociones, áreas y situaciones de la vida. Si siento una emoción negativa por una situación concreta y no la identifico (entre otras cosas) puedo arrastrarla al resto de situaciones y vivencias de mi vida. Y no, no quieres arrastrarla. Como ya hemos visto, identificar tus emociones, te empodera.
Te presento ahora la “rueda de las emociones”. Partiendo de las 6 emociones básicas que ya conoces, y como te comentaba anteriormente sobre el número de emociones que existen, te presento la “Rueda de las emociones” y con ella, muchas otras emociones que te van a permitir mayor conocimiento y firmeza en ti.
Te invito a que le prestes la atención que se merece, es un abanico muy amplio de emociones, pero facilita muchísimo la expresión emocional para empatizar contigo y con tu entorno.
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